Si la fe mueve montañas, lo de Jorge Bergoglio es suficiente para desplazar el marciano monte Olimpo. El Papa está dispuesto a besar suelo extraterrestre en una misión evangelizadora más propia de la NASA que del Vaticano, y a bautizar a los alienígenas si ellos mismos se lo piden.



El sucesor de Pedro sacó el asunto a colación durante su homilía del lunes, cuando estaba hablando sobre el bautismo de gentiles. Estas fueron sus palabras:

Si mañana llegara una expedición de marcianos, y algunos de ellos vinieran a nosotros, aquí… Marcianos, ¿vale? Verdes, con una nariz larga y grandes orejas, como los dibujan los niños… Y uno dice: “¡Yo quiero ser bautizado!” ¿Qué pasaría?
Y él mismo se contesta:

Cuando el Señor nos enseña el camino, quiénes somos nosotros para decir “no, Señor, ¡eso no es prudente! No, hagámoslo de esta forma…” Quiénes somos nosotros para cerrar puertas.
¿Será este el empujón definitivo que los alienígenas necesitaban para visitar nuestro planeta? ¿Se habrán quedado sin idiomas a los que traducir la Biblia? ¿Es la palabra de Dios un lenguaje universal? ¿Entenderán los marcianos las epístolas de Pablo a los romanos o serán más de “a Dios rogando y con la pistola láser disparando”? Ahora solo es cuestión de tiempo que encontremos respuesta a estos interrogantes.
Mientras tanto, podríamos estar haciendo chistes hasta el Apocalipsis, cuando los cuatro jinetes bajen de un OVNI para limpiar la Tierra del pecado a lo Independence Day. Pero, en lugar de eso, vamos a cerrar con una imagen: la del extraterrestre más famoso de todos los tiempos listo para ser bautizado. ¡Amén!

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Top