The Times publicó hace unos días acerca del Proyecto Perséfone, la construcción de una nave espacial que sirva como arca de salvación de la especie humana en caso de desastre. Un proyecto que tiene muchos puntos en común con la ciencia-ficción y que con toda seguridad ninguno veremos, ya que se estima que esté terminado para dentro de cien años. Eso siempre y cuando la financiación se mantenga y no ocurra ninguna catástrofe antes.





En el proyecto trabajan trece científicos de las universidades británicas de Greenwich, Warwick y Surrey, así como de los Estados Unidos, Italia y Holanda.
De momento están investigando el desarrollo de tecnologías que pudieran llevar a la construcción de una arquitectura espacial habitable válida para unas mil personas (aka los elegidos) que pudiera mantener la vida mientras se realiza el tránsito a otro planeta capaz de sostener la vida.
Para ello dicha nave debería ser autosuficiente, producir su propia energía, oxígeno, agua, alimentos y demás elementos necesarios para la vida humana, como por ejemplo la gravedad. Quedan descartados por tanto los combustibles fósiles, lo cual quizá no deberíamos esperar a que llegase ese momento para abandonar.


Otro tema sería de donde obtener los materiales para la reparación de herramientas e incluso de la propia nave en caso de necesidad. Posiblemente el reciclaje no fuera suficiente.
El Proyecto Perséfone está impulsado por las mismas organizaciones y entidades que el Proyecto Icarus, del que hablamos aquí hace un par de años.

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