Un equipo de astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO) cree haber hallado por primera vez la estrella compañera de un magnetar, descubrimiento que podría explicar por qué se crean en el universo estos potentes imanes en lugar de agujeros negros.
Desde hace 35 añoslos científicos buscanla explicación al origen de la formación de los magnetares, extraños remanentes superdensos de las explosiones de supernovas y millones de veces más potentes que los imanes más fuertes de la Tierra.
Para arrojar luz sobre el fenómeno, los científicos investigaron con el telescopio VLT el cúmulo estelar Westerlund 1, situado a 16.000 años luz dela Tierra, en la constelación austral de Ara (el Altar) que alberga una de las dos docenas de magnetares conocidos en la Vía Láctea.
Estudios anteriores de este cúmulo habían llevado a pensar que nació dela explosiva muerte de una estrella, pero su elevada masa (40 veces más quela del Sol) contradecía la teoría de su formación, ya que habitualmente las estrellas tan masivas colapsan en agujeros negros.
Por eso la teoría de partida de este nuevo descubrimiento fue un sistema binario de dos estrellas muy masivas, pero no se había detectado ninguna estrella acompañante cerca del magnetar en Westerlund 1, así que los astrónomos utilizaron el VLT para buscarlo en otras partes del cúmulo.
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